Hola amigos, no recuerdo si la semana pasada subí una
entrada o un video, pero espero se pueda entender.
Si bien, había comentado que ya me había retirado de la vida
de Godínez, pues las tarjetas de crédito no se pagan solas y he decidido regresar
a la oficina agregándole como fuentes de ingresos la venta de aguas frescas, la
gestión a negocios, el asesoramiento de
pequeños negocios móviles, y estoy trabajando para conseguir unas
certificaciones como coach y un certificado de EC, así que el tiempo es lo que
me falta, pero sin duda estoy trabajando para no hundirme en el barco de la
inconformidad
.
Con el suceso del terremoto de México el pasado 19 de
septiembre del 2017, me di cuenta, me percate de algo muy curioso que hizo la
diferencia al terremoto del mismo día de años antes, me di cuenta de que la
sociedad ya no puede vivir sin teléfonos celulares, sin estar conectados a las
redes, y que estas mismas son las que esta vez apoyaron para ayudarnos entre
todos.
Las redes de comunicación masivas como Twitter y Facebook,
nos ayudaron muchísimo esta vez, gracias a ellas se dieron cuenta de cómo estaba
la situación, más ayuda que la última vez que ocurrió uno tan catastrófico llego
para apoyar a México, más solidaridad entre las personas, pero a su vez, aunque
todo parecía bueno y que México se estaba uniendo una sola vez para apoyarse
mutuamente y darle la mano a un hermano caído, no faltaba esa gente que culpaba
al gobierno de todo, que culpaban a las placas tectónicas como si tuvieran conciencia
propia o que se inventaban sus teorías estúpidas para justificar su ignorancia.
Me pone a pensar mucho, y si bien, las personas damnificadas
se encuentran poco a poco mejor (aunque no tan al millón), el mexicano y su
cultura negativa van a prevalecer y a mantenerse inconformes, escépticos y
pesimistas ante situaciones que requieren el apoyo de todos.
Te invito a que no formes parte de ese grupo de personas,
que veas por los demás y seas empático ante la situación, imagínate que tu o
alguno de tus familiares pasase por una situación así, lo mínimo que quisieras
seria que alguien te estirara aunque sea un dedo para agarrarte de ahí, y si tú
eres de ese grupo de personas quejumbrosas, ponte a pensar, “Si esto me llegase
a suceder, ¿Qué harían por mí?”.
A veces uno no ve más allá de su nariz porque es un
ignorante, pero hay que quitarnos esa mentalidad y ayudar al prójimo sin
esperar nada a cambio la próxima vez.
#FuerzaMéxico
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